La profesora: Mila Garcia

Mi interés por la costura viene desde que tengo uso de razón. Tenía alrededor de 5 años y cuando me preguntaban «¿Qué quieres ser de mayor?» yo siempre respondía con total convencimiento, ¡Quiero ser modista!

Pedía a mi madre que cuando visitara a la modista le pidiera retales para mí y al primer retal que me trajo le hice un agujero central e intenté meter la cabeza de mi muñeca. Después pensé que con un agujero a cada lado también podría meter los brazos y así tendría un vestido.

Así es como a medida que crecía, iba mejorando mis «confecciones» las cuales siempre hacía a mano, hasta llegar a copiar mis uniformes escolares para mi muñeca.

Cuando tenía alrededor de 9 años, mi madre me compró mi primera máquina de coser, una máquina Singer de las de antes, donde yo me pasaba horas pedaleando.

Antes de terminar la escuela, en mis vacaciones de verano iba a aprender a bordar a la calle Mayor de Gandía donde en aquella época estaba la casa Singer, y Rosita, (la profesora de bordados) impartía sus cursos de bordado a máquina de pedal y con bastidor. Hice todos mis ejercicios bordando realces, vainicas, cordoncillos, recortes etc… para finalmente obtener la titulación. También aprendí a tejer en lana y me hacía mis propios jerséis. ¡Todo lo relacionado con agujas e hilo me interesaba!

Nada más terminar la EGB, en verano, entré como aprendiz para coser en el atelier de «Lolita la beniopera«, atelier de alta costura. Allí en aquella época se estaban cosiendo los vestidos para las festeras de Gandía, a mí me daban a sobrehilar aquellos tejidos de crepés y gasas con una gran caída mientras veía cómo la oficiala bordaba los cuerpos en ricas pedrerías.

Unos meses más tarde, entré como aprendiz en el atelier de Teresa Mascarell, donde también se realizaban trabajos de alta costura. Empezaron a darme trabajos cada vez con mayor dificultad ya que veían que me adaptaba con facilidad a los trabajos que me pedían.

Allí se confeccionaban blusas, vestidos, trajes de chaqueta, abrigos, vestidos de fiesta y vestidos de novias. En aquella época se bordaban los cuerpos con pedrerías con diferentes rocallas como azabache, cristales de Swarovski, etc.

También se hacían drapeados en los cuerpos, se aplicaban miles de volantitos con roulettes confeccionado todo ello punto a punto a mano y a veces con el propio hilo de del tejido. Éramos un equipo de 6 personas dirigido por Tere ( la modista propietaria del atelier), y Pepita la oficiala que ya hace años no están con nosotros.

Entre mis recuerdos está la prueba de glasillas que me hacían cuando venía el representante para vender el patronaje de los modelos de cada colección, también las llamadas telefónicas que me encargaba para citar a las clientas porque el vestido estaba a punto de prueba. El envoltorio del vestido terminado con el pañuelo a cuadros marrones (mocador de fer fardos), con el cual me enviaban a devolver los vestidos.

Allí aprendí y evolucioné realmente en éste oficio llegando a poder confeccionar con total independencia todo aquello que me propusiera. Pero me sentía incompleta si no sabía hacer patrones, así que me inscribí en la academia de Isabel Ferrer para aprender también a hacer mis propios patrones, descubrí que aquello era algo tan creativo… tan divertido… podía hacer patrones para cualquier persona, cualquier medida y cualquier configuración anatómica, también hacer infinitas transformaciones de cada patrón y convertirlos en el modelo deseado. ¡Creatividad al poder!
Así que saqué mi titulación como profesora y decidí emprender mi camino con la enseñanza del patronaje y la costura.

Estuve un tiempo enseñando cuando empezaron a darme trabajos a hacer los decoradores e interioristas, y la clientela fue aumentando hasta formar junto con mi entonces novio, y después marido «Carlos, Juan Carlos para los clientes«, un taller de confección con un equipo de hasta 14 empleados, haciendo siempre confecciones a medida y exclusivas. Por ello tuve que dejar de lado la docencia. En el taller yo formaba a los empleados y dirigía las operaciones a realizar, pero mi ilusión era el patronaje y la costura de ropa, por eso fuera de horas de trabajo, nunca dejé de patronear y confeccionar mi propia ropa y la de algunos familiares. También guiaba a la empleada que lo necesitara, cuando querían coserse, cortarse o arreglarse alguna prenda de ropa a nivel particular, era algo que adoraba hacer.

Hace 3 años me dije… ha llegado el momento de retomar lo que tanto anhelaba y que ahora podía hacer con mayor sabiduría por los 43 años que llevo dedicados a la costura. Era para mí el momento de retomar la enseñanza, contaba con una gran experiencia laboral en la costura, a parte de enseñar a patronear y a coser, podía explicar al alumno por propia experiencia, cómo debe hacer su trabajo, cómo hacer escandallos para sacar precios de los trabajos que realice, qué tipo de maquinarias necesita, qué tener en cuenta a la hora de emprender, etc. Todos estos puntos es fundamental conocerlos tanto si quieres emprender, como si lo que deseas es trabajar para otros talleres.

Podía hacer realidad mi sueño de compartir mis conocimientos contribuyendo así a que este maravilloso oficio no se pierda.
Después del tercer año de academia reabierta, tengo ocupada prácticamente toda la semana compartiendo mis conocimientos y no puedo estar más feliz!

MI FORMACIÓN EN LA COSTURA

• A mis 13 años, aprendí el arte de los bordados a máquina de pedal.
• Después entré como aprendiz y empleada en un atelier de costura.
• En 1986 obtuve la titulación oficial como profesora en el Sistema Martí.
• Estuve más de 30 años como responsable y trabajadora de un equipo de trabajo en taller de confección.
• En el verano de 2020 me certifiqué en la especialidad para hacer maillots de patinaje artístico, natación sincronizada, y gimnasia rítmica.
• En el verano de 2021 me certifiqué en el prestigioso curso de Estanislao Solsona, en su atelier «Eometric» en Barcelona, convirtiendome en Eometric Pro.
• En el verano de 2022 he sido certificada en el curso de sastrería en alta costura desde el museo de Cristóbal Balenciaga impartido por «el gran maestro Javier Martín Galán»

• En el verano de 2023 he sido certificada en el curso avanzado de fantasía en alta costura desde el museo de Cristóbal Balenciaga impartido por «el gran maestro Javier Martín Galán»

• En el invierno 2023 también me certifiqué en los cursos de moulage «Taller de mangas » y » el corte al bies» impartidos por Javier Martín Galán.

• EVENTOS EN LOS QUE HE PARTICIPADO